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viernes, 30 de noviembre de 2018

El secuestro del “sueño americano”


Centroamericanos intentando pasar por la frontera entre Tijuana y Estados Unidos.

Foto: Joel Guardado 




La caravana de inmigrantes centroamericanos que se encuentra varada en México aguarda con la esperanza de poder solicitar un asilo en los Estados Unidos, mientras que cierta población centroamericana que ya esta “en el país de los sueños” lucha contra las vicisitudes de la era de Donald Trump.

Escrito por: Ronnie Huete S.
Periodista internacional


Washington DC 30 de noviembre de 2018. 25 años han pasado, desde que “Zabala” abandonó su vida en una paradisiaca montaña, situada en el departamento de Comayagua en Honduras.

“Zabala” es el nombre con el que conoceremos en está historia, a este hondureño que, con tan solo 17 años, emigró hacía los Estados Unidos de América (EUA).

Su verdadero nombre no se revela por razones de seguridad, pese a que vive en una ciudad santuario, como se le conocen a las ciudades en donde los inmigrantes sin documentación son protegidos. Washington D.C es una de esas ciudades.

“Viajé a los Estados Unidos de América, solo, primero emigre hacía El salvador, Guatemala y México. Decidí hacer este viaje porque quería mejorar mi vida, pero la realidad en los Estados Unidos fue otra”.

Con 42 años, Zabala ha trabajado en el ramo de la construcción, entre otros oficios que no sabía hacer, pero al momento de estar en EUA, fue atraído por la gastronomía.

“En Honduras me dedicaba a la agricultura, desde que tenía 5 años comencé a trabajar la tierra, ya que en mi lugar la costumbre es así para poder comer, mis padres me enseñaron a trabajar la agricultura”. Describió Zabala, quien asegura que solo los primeros 4 años de su vida conoció como niño, ya que el resto lo dedico al trabajo.

Nuevos ciudadanos

En EUA procreo tres hijos, la menor es una niña de 8 años. El amor hacia su hija lo mantuvo fuerte en uno de los peores momentos de su vida.

Ser deportado en los EUA es una maldición que persigue a los inmigrantes, Zabala fue envuelto por esta maldición, por el simple hecho de no tener documentación para trabajar en la “nación de los sueños”.

Fue retornado a Honduras, “sentí que nunca volvería a ver a mi hija, quien tenía tres años en ese momento, cuando me deportaron a Honduras, los militares me trataron como un delincuente, cuando mi vida solo la he dedicado a trabajar.

“El amor que siento por mi hija me hizo regresar al norte” señaló Zabala con una mirada que lo hizo viajar a ese fatídico 2013.

El padre de familia se sintió mal tratado en Honduras, cuando fue deportado, lo miraban con desprecio, como si hubiese cometido un crimen, el afectado describe que no se sintió parte de ese país.

“No estuve ni una semana en Honduras, y decidí emprender el peligroso viaje hacia el norte, estaba dispuesto a todo hasta conseguir estar con mi hija”.

Secuestro

En el transcurso del viaje, Zabala se encontraba en México y narra que fue secuestrado por una banda criminal conocida como “Los Zetas”. Sus sueños fueron secuestrados por un tiempo.

El Cartel de los “Zetas” fue una organización criminal mexicana, que utilizaba el terrorismo para el tráfico de personas entre otros ilícitos que mantenían en constante peligro a los ciudadanos mexicanos. Generalmente secuestraban a quienes inmigraban hacia los EUA. Funcionó de 1999 hasta en 2018.

Seguido del secuestro, “los Zetas” comienzan a llamar a los familiares de los que tienen secuestrados, para demandar fuertes cantidades de dinero y para de esta forma mantener con vida a los que mantienen cautivos.

En ocasiones, esta banda criminal se dedicaba a mutilar los órganos de sus victimas y poner en práctica distintas torturas.

“Me secuestraron “los Zetas” y mientras estuve en su poder, me decían que tenía que trabajar para ellos, entonces me obligaron hacer todo lo que ellos me decían, a costa de mantenerme con vida.

La entrevista se detiene, “Zabala” me pide un momento, respira y se para del lugar en donde estábamos, los recuerdos escabrosos de cuando era prisionero de “los Z” se apoderaron de su mente.

Huyendo de la muerte

No quiso hablar más de esa maligna experiencia, y comenzó a hablar de su hija, puesto que el amor a ella, lo mantuvo con la fuerza para poder escapar de sus captores.

“logre esconderme en un pantano de una de las fronteras, perdí la noción del tiempo, estuve ahí sin hacer nada de ruido, fui atacado por las picaduras de unas hormigas en todo mi cuerpo, era una tortura, pero lo soporte, para que la migración no me capturara”

Según las descripciones de “Zabala” dejo de sentir su cuerpo por las fuertes mordeduras de las hormigas, pero así pudo seguir su viaje para encontrar a su hija de 3 años.

Cuando el hondureño estaba en el desierto los cactus salvaron su vida, puesto que fueron su único medio de alimentación e hidratación.

“No recuerdo la hora que era, pero escuche el ruido de helicópteros y camionetas que estaban cerca, la migra! Pensé de inmediato. Como pude, me enterré por debajo de la arena del desierto, haciéndome pasar por muerto, no hice nada de ruido para que la policía fronteriza no pudiera encontrarme”.

Después de lograr escapar de está adversidad, en su tenebroso viaje, “Zabala” conoció a un mexicano quien le ayudo en su camino, puesto que no sabia en donde se encontraba.

“Este amigo me enseñó un camino por donde pasaba la “bestia” (tren de carga), y pude subirme a él. Pensé que moriría, pero mi pensamiento era ver nuevamente a mi hija.
Amor paternal

Ese amor a su hija hizo que “Zabala” entrara nuevamente a los Estados Unidos, y que su macabro recorrido finalizara.

Nuevamente en esta nación del norte, comenzaba su vida junto a su hija, pero menciona que la situación ha ido empeorando, conforme han cambiado los gobiernos.

“Yo no le tengo miedo a Donald Trump, desde que vine a este país, solo he trabajado, no soy ningún delincuente como Trump dice”

El discurso de odio del actual presidente de EUA ha provocado temor entre algunos inmigrantes, pero “Zabala” es del pensar que la actitud de los inmigrantes contra estos insultos debe ser de lucha y seguir aportando a la economía de este país. Pero la mayoría de los inmigrantes sin documentos, sienten que sus sueños han sido secuestrados, por el agobiante ritmo de vida que llevan y ahora por la nueva era de Trump.  

Al finalizar la entrevista, “Zabala” afirma que estaría dispuesto a retornar a su país, sobre todo a su verdosa montaña, en donde trabajaría la tierra nuevamente, pero por en cuanto el amor a su hija, aun lo mantiene perseverando las adversidades que se presentan en la era de Donald Trump.

Datos oficiales revelan que la población latinoamericana en los Estados Unidos alcanzó hasta en 2017 los 58,9 millones de personas.


Agonizante democracia

Una reciente investigación del Centro Nacional de Investigaciones sobre Niños y Familias Hispanas más de 4 millones de niños latinos nacidos en los Estados Unidos tienen al menos un padre indocumentado y viven con el riesgo de su deportación.

Pese a que los latinoamericanos que viven y trabajan en los Estados Unidos, hacen fuertes aportes económicos al desarrollo de este país del norte, el discurso de la apología del odio que utiliza el actual gobernante Donald Trump, no vislumbra un panorama halagador para los latinoamericanos.

Y es que las declaraciones violentas del mandatario estadounidense, ante la prensa internacional y sus redes sociales a despertado una nueva apología del odio, contra todo lo que no sea “euro descendiente asirio”.

Maestros de escuelas bilingües en la capital estadounidense en donde mayor parte de sus estudiantes son de origen latinoamericano, han reportado problemas psicológicos en los niños, que son afectados, al no comprender el odio que vierte el mandatario de la Casa Blanca contra los infantes.

Explícitamente se desconoce la realidad que viven los infantes que están encarcelados en el sur de los Estados Unidos (cárcel de bebes), sin embargo, aún existen menores no acompañados y mujeres que están privados de libertad en las cárceles heladas conocidas como “hieleras”.

El fortalecimiento de las políticas anti migratorias, en un país cuya naciente fue cimentado en la migración, es una prueba del resquebrajamiento social y democrático que agoniza, frente a la relajada visión de gran parte de sus habitantes.

   





  





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Licenciado en periodismo con Maestría en Cooperación al Desarrollo y elaboración de proyectos, estudió presencial en la Universidad Politécnica de Valencia, España. Las opiniones vertidas en este blog no son opiniones personales del autor, puesto que responde a hechos que describo sobre un diario de experiencias, que hace énfasis en la investigación desde las dinámicas académicas antropológicas y sociológicas, que son descritas en medios de comunicación internacionales mediante el monitoreo de información que realizo en distintos medios de prensa. Mi libre opinión no busca desestabilizar a algún Estado, al contrario, busca incansablemente aportar al debate público de las ideas para el fortalecimiento de la democracia internacional. Soy un periodista independiente, no pertenezco a una organización política, lo cual me da mayor libertad para pensar y expresar mis opiniones. Si usted encuentra información imprecisa, por favor comuníquese conmigo en este correo: huetesalgado@gmail.com para así a través de su crítica constructiva, aclaraciones o demás aportes en general, lograr aclarar los hechos que describo en los artículos.