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lunes, 24 de febrero de 2020

La licencia para los vendedores, es un derecho


Soledad Miranda, defendiendo su derecho al trabajo junto a sus compañeros de vendedores unidos 


“El torturador es un funcionario. El dictador es un funcionario. Burócratas armados, que pierden su empleo si no cumplen con eficiencia su tarea. Eso, y nada más que eso. No son monstruos extraordinarios. No vamos a regalarles esa grandeza.”
Fuente: “Días y noches de amor y de guerra”, p. 168 Eduardo Galeno.

Escrito por: Ronnie Huete S.
Periodista internacional

Washington DC, 24 de febrero de 2020. Ser madre soltera en los Estados Unidos y luchar por el derecho al trabajo, es una odisea capitalista que Soledad Miranda ha decidido enfrentar junto a su hija, en la capital de los Estados Unidos.

Miranda, es una de las voceras de la organización “Vendedores Unidos” y quien junto a sus demás compañeros de lucha reivindican el derecho humano al trabajo.

Y es que el proceso de estadía laboral en los Estados Unidos de América EUA, esta estratificado por una jerarquía racial, que todavía existe en la tierra de Donald Trump.

Esta costumbre feudal sigue arraigada en la cosmovisión de gran parte de la población estadounidense, cuyo pensamiento aun gira con cierta superioridad del color de la piel.

Miranda, nació en Latinoamérica y como todos “Los vendedores unidos” intentan luchar contra esa imposición de pensamiento racial y a diario corren peligro de ser golpeados o encarcelados por quienes vigilan los negocios de las grandes corporativas.

Con altas o bajas temperaturas, los vendedores unidos desafían el poder corporativo para poder sobrevivir de la alta presión de la vida que define el día a día de los ciudadanos en los EUA.

“Columbia Heights” es la zona que testifica la lucha de los “vendedores unidos”, en medio del ambiente metropolitano de Washington Distrito de Columbia DC, en donde es común escuchar las voces de las mujeres que replican; “atol de elote, tacos. Gorros, suéteres” como sí se tratase de una avenida de Centroamérica.

Su eco de lucha les permite sobrevivir a la inclemencia de los EUA y a su vez a fortalecer la economía de sus naciones de origen, puesto que el envío de remesas para sus familiares, es una extensión solidaria que mantiene la economía de los suyos.

Luchar por la vida, no es un delito, sin embargo, la criminalización contra los vendedores unidos sigue vigente cuando la policía metropolitana les persigue, les amenaza y hasta han llegado a la violencia de golpear a una menor, esto según el relato de los propios vendedores unidos, quienes en reiteradas ocasiones han solicitado el llamado de auxilio.

“Nosotros estamos solicitando a las autoridades de DC que nos proporcionen una licencia para poder vender en la calle y que cese la persecución de la policía, esa es nuestra lucha y hasta que no obtengamos la licencia, no pararemos de seguir luchando en las calles” reafirmó con tono fuerte Soledad Miranda, frente a una oficina de la Policía Metropolitana de DC, junto a sus compañeros, mientras protestaban pacíficamente exigiendo respeto y amor por el trabajo que hacen.

Bajo una fuerte lluvia, recientemente los venderos unidos realizaron una protesta pacífica en los alrededores de una oficina policial, sin embargo, no obtuvieron una respuesta de parte de los funcionarios policiales.

Ante ello, la solución para que los vendedores unidos no sigan siendo víctimas del atropello racial capitalista, es necesario una respuesta de parte de las autoridades en Washington DC, para que en un futuro no haya una tragedia que lamentar, puesto que la furia policial ya se ha demostrado en reiteradas ocasiones, hasta que niveles puede llegar en los Estados Unidos.

De igual forma, es necesario que haya una unidad entre los organismos de derechos humanos en Washington DC, para exigir que el respeto al derecho a trabajar libremente sea una ley que determine el andar de cada ciudadano estadounidense, que miran con desdén el trabajo de los vendedores unidos.

Ya la historia universal de la humanidad lo ha demostrado, que una respuesta con violencia solo ha generado más violencia y desolación entre sus pobladores, por tal motivo la lucha de vendedores unidos es legitima e infinita, puesto que su único delito es sobrevivir en el sistema económico más injusto, que ha engendrado la humanidad.

Mientras toda esta solución se cumpla, soledad Miranda seguirá construyendo junto a sus compañeros de vendedores unidos esa avenida de lucha, cuyo diseño es inspirado por los niños de esas madres solteras que observan con admiración la perseverancia de sus progenitores.

Como periodista independiente, internacionalista y defensor de la vida, me sumo a la exigencia de los vendedores unidos, en que les brinden una licencia que les pueda brindar una mejor calidad de vida y trabajo digno, puesto que es un derecho internacional, y que desde ya, está contribuyendo con la economía de los Estados Unidos.

Ser madre soltera, es el mayor reto de vida que tiene una mujer en este mundo injusto, pero a la vez es el preámbulo de un nuevo diseño social, que transforma a la madre en una mujer infinitamente más fuerte, Soledad Miranda es la prueba viviente de esa evolución social de la mujer, cuyo brazo de lucha, es el amor a su hija.



martes, 11 de febrero de 2020

Vendedores unidos, protestan contra violencia policial



Una fuerte agrupación de vendedores protestó pacíficamente exigiendo protección a su integridad física y condenando la violencia policial que sufren cada vez que trabajan. Por tal motivo están tramitando una licencia que les permita vender con mayor protección para sus vidas.

El derecho al trabajo es el derecho fundamental humano por el que toda persona tiene el derecho al trabajo, a la libre elección del mismo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo, a la protección contra el desempleo, sin discriminación, con igualdad salarialremuneración dignaprotección social y derecho de sindicación.
El derecho al trabajo se reconoce en las normas fundamentales de derechos humanos como son la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales así como en textos internacionales como la Carta social europea, el Protocolo de San Salvador, la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y en textos nacionales como son las Constituciones de numerosos países.
Fuente: Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Escrito por: Ronnie Huete S.
Corresponsal internacional


11 de febrero de 2020, Washington DC. La guerra racial en los Estados Unidos de América (EUA), es una acción fascista indetenible en la era de Donald Trump.

Esta vez las víctimas son un fuerte grupo de vendedores ambulantes, quienes denuncian que los atropellos de la policía del Distrito de Columbia realizan en contra de ellos, se van incrementado a cada año.

Según los vendedores originarios de Latinoamérica, recientemente una menor de edad hija de uno de los vendedores, fue atacada por parte de elementos policiales por el hecho de estar junto a sus padres vendiendo en la calle.

La zona es conocida como Columbia Heights, situada en el noroeste de la capital estadounidense, y es donde las historias de violencia racial contra los vendedores toman fuerza, como parte del brazo cancerígeno que produce el capitalismo contra su mismo prójimo.

Según el relato de la joven, a quien por razones de seguridad obviaremos su nombre, ella se encontraba junto con su hermano de 8 años, cuando llegó la policía a desalojarlos de la calle en donde se encontraban vendiendo.

En una acción normal de defensa, la menor de 15 años se lanzó a proteger a su hermano pequeño, hecho que provocó la furia del elemento policial, quien respondió violentamente contra la joven.

Este hecho provocó el repudio de diversas organizaciones de derechos civiles y humanos en DC, una de ellas es “Many Languages One Voice MLOV (Muchos idiomas una voz), cuya organización ha brindado apoyo a los vendedores.

Producto de este ataque, los vendedores se organizaron en “Vendedores Unidos” y ahora luchan contra la violencia racista policial y exigen a las autoridades concejales del Distrito de Columbia que se les proporcione una licencia que les permita vender en las calles.

Soledad Miranda es una de las voceras de la organización “vendedores unidos” y describe que desde hace más de dos décadas vende en las calles de Washington DC, y siempre se había sentido segura, pero ahora siente temor al ser agredida por elementos policiales después del hecho ocurrido con la menor.

Soledad Miranda
“Nosotros tenemos derecho a vender en la calle, a sobrevivir, a trabajar, nadie es diferente, todos somos iguales y vamos a luchar hasta que las autoridades de DC nos den una licencia para poder vender con mayor seguridad” expreso Soledad, en una protesta que realizaron ayer en las calles de la capital estadounidense.

Bajo una fuerte lluvia y las bajas temperaturas que caracterizan el invierno de DC los vendedores junto a organizaciones de derechos civiles realizaron una protesta pacífica hasta llegar a una posta policial perteneciente al área en donde los “vendedores unidos” realizan su trabajo comercial.

Jóvenes, niños, mujeres latinoamericanas acompañaron a “vendedores unidos” en esta acción humanitaria para hacer conciencia social y humana a una sociedad anglosajona totalmente consumida por la enajenación y el consumismo capitalista.

Medios de comunicación locales también hicieron acompañamiento de la actividad de “vendedores unidos”, puesto que este tipo de acciones generalmente existe represión contra quienes protestan, sin embargo, debido a la cobertura periodística de la prensa se evitó cualquier intransigencia contra la integridad humana.

Una vez llegaron a la oficina de la Policía se realizó un plantón pacifico, y una acción artística, puesto que cada miembro de “vendedores unidos” portaba consigo un corazón de cartón con mensajes alegóricos a la paz y el amor, que debe prevalecer entre el prójimo.

Megan Macaraeg es una de las organizadoras de MLOV y es de la opinión que el sistema capitalista actual, obliga a las personas a trabajar en las calles porque no existe un salario justo y esto hace insostenible la vida en la capital de los Estados Unidos.

“Las personas no pueden pagar los altos precios de la renta de la vivienda en los EUA y de alguna forma tienen que sobrevivir a este sistema injusto, la policía está criminalizando a “vendedores unidos” a tal punto que una niña fue atacada solo por el hecho de vender fruta en la calle, y eso no es un crimen”. Megan Macaraeg.

El plantón pacífico y artístico que se realizó en la oficina de la Policía duró un aproximado de dos horas, se nombró una delegación de “vendedores unidos” para conversar con los policías y hacerles saber que están haciendo el trámite correspondiente para obtener una licencia, que les permita vender en la calle, sin embargo, la policía no respondió a la petición de “vendedores unidos”.


Los protestantes se marcharon del lugar, aduciendo que seguirán luchando pacíficamente por su derecho a trabajar en las calles y hacer conciencia en la sociedad estadounidense, que no es un crimen lo que ellos hacen, ya que es una hazaña el sobrevivir trabajando en las calles de Washington DC, bajo la sombra racista de una población gobernada y sometida por Donald Trump.



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Licenciado en periodismo con Maestría en Cooperación al Desarrollo y elaboración de proyectos, estudió presencial en la Universidad Politécnica de Valencia, España. Las opiniones vertidas en este blog no son opiniones personales del autor, puesto que responde a hechos que describo sobre un diario de experiencias, que hace énfasis en la investigación desde las dinámicas académicas antropológicas y sociológicas, que son descritas en medios de comunicación internacionales mediante el monitoreo de información que realizo en distintos medios de prensa. Mi libre opinión no busca desestabilizar a algún Estado, al contrario, busca incansablemente aportar al debate público de las ideas para el fortalecimiento de la democracia internacional. Soy un periodista independiente, no pertenezco a una organización política, lo cual me da mayor libertad para pensar y expresar mis opiniones. Si usted encuentra información imprecisa, por favor comuníquese conmigo en este correo: huetesalgado@gmail.com para así a través de su crítica constructiva, aclaraciones o demás aportes en general, lograr aclarar los hechos que describo en los artículos.