Esta
amenaza, pone en alerta al resto de la región latina, puesto que Venezuela puede
ser víctima de una intervención militar extranjera por beneficiar con la verdad
a los pobres, que antes de 1999, sufrieron la embestida airada que deja a su
paso las políticas financieras neoliberales y violaciones de derechos humanos.
Escrito
por: Ronnie Huete S.
Periodista
y activista de DDHH.
California, 23 de mayo
de 2016. Es un infortunio
decir la verdad, en tiempos que se premia la mentira y la ridiculez en los
emporios de los medios de comunicación internacionales. Este el bizarro
contexto que construye la realidad humana, en la era moderna.
América
Latina, atraviesa por un convulsionado sismo de informaciones, que desembocan
en una guerra de cuarta generación.
Precisamente
las armas no son de destrucción masiva, pero sí de desinformación masiva, a tal
punto que gran parte de la población mundial, acredita que en Venezuela se
padece de hambre.
Venezuela
es un estado latinoamericano, cuya región es conocida internacionalmente por
poseer la segunda reserva de petrolero más grande del mundo, después de Arabia
Saudita.
Esta
nación sudamericana, inicio al finalizar el siglo XX un gobierno que decidió no
obedecer el acostumbrado consenso económico que Washington impone a los estados
en Latinoamérica y que los ha postrado en dictaduras que facilitan la pobreza
de sus habitantes y las violaciones de los derechos humanos.
Su
ex presidente, Hugo Chávez Frías, fallecido hace tres años debido a un extraño cáncer,
comenzó a diferenciarse en Latinoamérica y el mundo por beneficiar a las
familias más pobres de su país, mediante la economía política de la
solidaridad.
Un
fuerte porcentaje de venezolanos comenzaron a tener una vida digna, derecho que
se les había negado por las políticas neocoloniales y de mercado libre,
impuestas por un largo periodo de tiempo en la historia venezolana.
Sin
embargo este legado, llamado ahora chavista, está siendo atacado por las mayúsculas
corporaciones de capital financiero internacional, que han iniciado una serie
de ataques a la economía de Venezuela, violentando su soberanía e
independencia.
Los
tanques de la desinformación mediática bombardean a diario a los receptores en
el mundo, haciéndoles creer que la crisis económica de Venezuela es por la
culpa de su gobierno, realidad que es totalmente falsa, según el testimonio de
las grandes mayorías que defienden el legado revolucionario del ex presidente,
Hugo Chávez Frías y ahora viven en condiciones dignas.
Basta
hablar con un ciudadano pobre de Venezuela, y darse cuenta de los beneficios
sociales que han obtenido durante los últimos 17 años de gobierno, incluyendo a
los que antes no tenían acceso como ser; salud, vivienda y educación.
Globo
visión, es uno de los sobresalientes medios de prensa en Venezuela que difunden
la información según los intereses de la clase pudiente de esta nación
sudamericana.
No
importa llegar alterar todo sentido de la realidad, siempre y cuando se
beneficie con una falsa información a los intereses financieros de los dueños de
corporaciones venezolanas e internacionales.
Actualmente
Venezuela a traviesa por una guerra mediática, cuyo contrapeso lo hace TeleSur,
medio de televisión internacional, cuya subjetividad defiende los logros
alcanzados para beneficiar a mayor parte de la población venezolana que por
años vivió bajo el subyugo neoliberal.
Evidentemente,
las políticas torturadoras del Banco Mundial, la Organización Mundial del
Comercio, el Fondo Monetario Internacional, cuyas directrices provienen desde
el seno de Washington D.C. desean en lo absoluto recuperar este espacio
financiero en Venezuela.
Recientemente
se descubrió, que en territorio Venezolano se encuentra una fuerte reserva de
oro entre otros minerales no renovables utilizados en la fabricación de la tecnología
de punta.
Este
y otros motivos son causa de ataque para
la nación latinoamericana de Venezuela, gobernada por Nicolás Maduro y
la democracia participativa de su pueblo.
Ya
lo han señalado organismos internacionales que incentivan la democracia en el
mundo, Venezuela ha sido ejemplo de democracia, no solo para la región latinoamericana,
puesto que otros países del hemisferio mundial ven como buen referente a
Venezuela.
Ya
lo dijo en su discurso anual en el Centro
Carter celebrado en la ciudad de Atlanta, EE.UU., el ex presidente del país,
Jimmy Carter, elogiando públicamente el sistema electoral venezolano e incluso
declaró que es el mejor del mundo.
Pero
la actual guerra mediática en Venezuela, ha desencadenado en una económica, en
donde el capital financiero proveniente de la usura y el narcotráfico, se
disputa con la que impulsa la economía gubernamental, y la que promueve la vida
digna entre la población venezolana, que lucha por su revolución y oposición al
conceso de Washington D.C. impone en otros países de Latinoamérica.
Dos
realidades, difundidas en la prensa venezolana e internacional, una como analogía
de la defensa de los intereses de los más ricos, y la otra por la defensa de
los derechos humanos y la dignidad en los habitantes de Venezuela.
Para
deslumbrar en esta oscuridad degenerativa, producida por los grandes medios
corporativos, defensores del capital financiero especulador en el mundo, basta
realizar una lectura histórica de lo que era Venezuela antes de la llegada de
Hugo Chavéz Frías al poder.
Esta
amenaza, pone en alerta al resto de la región latina, puesto que Venezuela puede
ser víctima de una intervención militar extranjera por beneficiar con la verdad
a los pobres, que antes de 1999, sufrieron la embestida airada que deja a su
paso las políticas financieras neoliberales y violaciones de derechos humanos.
Hoy,
es un buen tiempo para retomar el histórico legado de la patria grande; Latinoamérica,
predicados por pensadores latinos como José Martí, Simon Bolivar, y
recientemente por Hugo Chavéz Frías.
La
fuerza emancipadora de Venezuela, es la pauta de construcción social y humana,
cuyo cause debe recorrer con fuerza como un solo rio fluyente y unificado en Latinoamérica, la patria
grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario