El sionismo-imperialista intenta a toda costa controlar el orden de la seguridad mundial, tal y cual lo hacen en Palestina. |
Las nuevas invasiones en Latinoamérica y el caribe se han
tornado sigilosas en el marco de las relaciones diplomáticas internacionales,
todo un engranaje de un discurso político de cuatro diversos rostros, que busca
un fin; el sometimiento político, económico y cultural de una nación por otra.
Sin embargo, en los últimos 18 años todo apunta en el diseño
de un nuevo orden mundial, controlado desde el oscurantismo de las élites del
poder internacional, así como han reestructurado Palestina desde 1948, de la
misma forma observan a Latinoamérica y el Caribe.
Escrito por: Ronnie Huete S.
Periodista internacional
Washington DC, 12 de agosto de 2019. El
reforzamiento de las neo colonias ha sido una clave importante de los Estados Unidos
en Latinoamérica y el Caribe para mantener su poder insaciable en la región.
La
reciente visita de la presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos
(EUA), Nancy Pelosi, a sus colonias no declaradas en el triángulo norte, es un
claro mensaje del reforzamiento del poder imperial en la zona.
Las
apoteósicas protestas realizadas en Honduras en contra de la narco-dictadura
que gobierna esa nación, según lo han señalado medios televisivos internacionales,
ha debilitado la ilegitima representación gubernamental de ese país.
Sin
embargo, los Estados Unidos se preocupan porque se les escape de las manos el control
de la furia social contra la injusticia en que viven los ciudadanos en esa nación
centroamericana, ya que Washington a través de sus manuales de control, que ha
ejecutado en la historia latinoamericana en el apoyo a dictaduras, describe que
son ellos quienes crean y solucionan el caos social.
Por
tal motivo, Guatemala, El Salvador y Honduras, nuevamente fueron marcados en la
agenda imperialista para afianzar su poder de mandato.
Los
presidentes de Honduras y El Salvador son mencionados como sospechosos de estar
ligados a fuertes casos de corrupción en sus países, motivo por el cual Pelosi
solo se reunió con el mandatario salvadoreño Nayib Bukeli, quien cumple con los
perfiles de Washington.
Juan
Orlando Hernández es el presidente de facto de Honduras y fue señalado recientemente
por la fiscalía de Nueva York, de estar involucrado con el narcotráfico, al ser
financiado en su campaña política con 1.5 millones de dólares. Dinero que provino
de un reconocido narcotraficante hondureño llamado Alexander Ardón.
Toda
una estratagema diseñada para una verdadera emancipación en Honduras, sin embargo,
las corrientes políticas progresistas de ese país se limitan a tomar el poder a
través de los procesos electorales, más allá de una verdadera destrucción del poder
actual, que ha enterrado el cadáver de la democracia en Honduras.
Pero
Washington también cierne su vista sobre el resto de la región Latinoamericana
para que la agenda en la construcción del nuevo orden mundial vaya conforme al interés
internacional del sionismo y sus dictaduras.
Colombia,
cuya nación posee 8 millones de desplazados internos, desde el 2016 al 2019 se
han registrado 837 asesinatos de líderes sociales, según lo revela el Instituto
de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) en su último informe, siendo
la región del Cauca el territorio con mayores asesinatos, los cuales ascienden
a 148.
La
irrigación de glifosato en las áreas rurales de Colombia para erradicar los cultivos
de coca según lo describen los propios ciudadanos exiliados en el extranjero,
es una de las causantes para que la tierra se torne infértil y que obligue a
sus pobladores a desplazarse a la urbe, formando los cinturones de miseria que
rodean en la periferia de las principales ciudades colombianas. Otros optan por
salir del país y no volver.
Más
de medio siglo en guerra, el conflicto armado en Colombia no parece terminar, y
la imposición de presidentes al estilo Washington, es una variante que
determina la caótica situación colombiana, que aun mantiene 7 bases militares estadounidenses,
lo que determina su frágil estado soberano como país “independiente”.
Su
hermana nación, Venezuela, que ha resistido a las agresiones imperialistas en
los últimos 18 años con los intentos de golpes de Estado continuos, posee hoy uno
de los mayores ataques con el reciente embargo económico, firmado en Washington
DC.
Embargo
que pronóstica un empeoramiento en la economía de los venezolanos, quienes han
sufrido los azotes imperialistas de los EUA, puesto que el intento de apropiación
de los recursos naturales y el de retomar el control político y económico tal y
cual lo hizo hasta 1998 Washington en esa nación, es uno de los objetivos de los
EUA.
Es
prácticamente una guerra sigilosa la que predomina contra Venezuela y que se
planifica desde la cuna del imperio, quien mantiene el apoyo de sus aliados mediante
los gobiernos que ha impuesto en la región latinoamericana, agrupados en la alianza
del pacifico.
Sin
embargo, la alianza internacional diplomática que Venezuela ha hecho con
naciones como Irán, India, Rusia, China y recientemente Turquía, ha evitado una
posible agresión bélica de parte de los EUA.
La
reconfiguración por el control de sus colonias en Latinoamérica se torna más
agresiva, ya que la alternativa bolivariana que se había creado mediante la unión
de los estados latinoamericanos comenzó a destruirse desde el 2009 con el golpe
de Estado en Honduras y se ha reconfigurado en su totalidad en una de las naciones
más importantes de la región, Brasil.
Después
del golpe parlamentario de la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff y la imposición
de Michel Temer como presidente de facto, fue el trofeo que Washington se llevó
a casa al triunfar en sus nuevas imposiciones agresivas, contra sus países vecinos
a quienes observa como bases militares, países productores de mano de obra
barata para la industria y naciones con extensas tierras fértiles en recursos
naturales renovables y no renovables para el uso exclusivo del imperio.
Con
la imposición mediática y fundamentalista religiosa del presidente de Brasil,
Jair Bolsonaro, Israel gana un fuerte aliado en Latinoamérica puesto que el interés
del sionismo internacional es la apropiación de ricos territorios naturales,
para cumplir con su basto dominio imperialista en el mundo.
Por
tal motivo, en el gobierno de Bolsonaro sean registrado los mayores ataques jamás
vistos, contra varias comunidades de los pueblos originarios que hasta en la
actualidad, habían sido protegidos por convenios internacionales, mismos que han
sido irrespetados por el actual mandatario.
En
fin, el libro de las venas abiertas de América Latina, publicado por el fallecido
escritor Eduardo Galeano en la década de los setenta del siglo pasado, reafirma
su vigencia y la sangre de los indígenas o pueblos originarios, las masivas
migraciones, provocadas por las crisis humanitarias como la que existe en Centroamérica,
las persecuciones y desapariciones forzadas de lideres sociales, y toda la estela
de sometimiento imperialista, asecha con mayor ahínco en la patria grande de América
Latina y el Caribe.
La
solidificación de los movimientos sociales en cada país latinoamericano y
caribeño dejando a un lado los intereses políticos y personales, enfocando su
fuerza en la construcción de una nueva alternativa contra está reconfiguración imperialista-sionista
puede convertirse en un solido brazo de lucha social, en busca de la justicia
humanitaria como creación sublime de la tierra y el detenimiento indiscriminado
de los recursos naturales.
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