“La
fabrica puede funcionar sin patrones, pero nunca sin trabajadores”
Trabajadores
argentinos de MadyGraf
Escrito por: Ronnie Huete S.
Periodista y activista de DDHH
Cooperante internacional
Washington D.C. 21 de
agosto de 2015. Las
voces de los trabajadores de MadyGraf, desde el norte de la ciudad de Buenos
Aires, en Argentina, se escucharon en Washington D.C.
Un
video conferencia que se transmitió vía Skype y en donde participaron
representantes de organismos sociales del D.C. así como público en general,
fueron testigos de la lucha que ha emprendido un nutrido grupo de trabajadores,
que desde hace un año, perdieron sus empleos, y comenzaron a ocupar la fabrica
para la cual trabajaban.
La
fábrica en un principio se llamó Donnelley, cuyo capital corporativo nace en la
Ciudad de Chicago en los Estados Unidos de América.
El
nombre de Donnelly, fue suplantado por sus trabajadores por MadyGraf, en Honor
a una de las hijas de los trabajadores discapacitados de la fábrica, cuyo nombre
es Mady y luego le sumaron la palabra graf, de grafico, ya que la producción de
la industria está relacionada a este rubro.
Esta
historia comienza el 12 de agosto de 2014, cuando la ex conocida fabrica Donnelly,
cerró sus operaciones, arguyendo estar en quiebra, todo ello, sin avisar a sus
trabajadores, por lo que el mismo día decidieron efectuar una asamblea para
decidir su propia historia.
Ocupación
de fábrica
Los
trabajadores concluyeron ocupar la fábrica, para convertirse ellos mismo en sus
administradores, y productores, puesto que no aceptaron la decisión del cierre
de la fábrica para luego marcharse a buscar empleo en otras industrias.
Juan
Cruz Ferre es argentino y apoya el movimiento de MadyGraf desde Washington. A
través de la video conferencia que se desarrolló en la capital estadounidense,
manifestó que, mediante las investigaciones que ellos realizaron se logró
comprobar que la fabrica Donnelley no estaba en quiebra, ya que en sus cuentas
bancarias, habían circulado ganancias en sus operaciones, contradiciendo así su
excusa de la clausura de la industria.
Cruz
Ferre manifestó que los administradores de esta trasnacional en Argentina decidieron
cerrarla, debido a la fuerte organización política que sus trabajadores tenían en
la misma, puesto que esto significaba que no podrían aceptar las exigencias de
sus empleados.
Al
momento del cierre de la fábrica, había 400 empleados, de los que 100 eran administrativos
y personal jerárquico, y actualmente son 150 trabajadores, que se quedaron con
el objetivo de tomarse la fábrica indefinidamente, hasta el día de hoy.
Represión
Actualmente
producen cuadernos y otras producciones relacionadas al arte grafico.
En
el video conferencia se exhibió un corto documental, en donde los trabajadores
estaban realizando una protesta en una avenida importante conocida como la Panamericana, la que de inmediato fue
reprimida por elementos policiales.
Los
trabajadores que hablaron desde Argentina, demandaron a organismo
internacionales de derechos humanos a pronunciarse contra estas políticas de represión
de parte del gobierno actual de Argentina, cuyo rostro en el exterior, muestra
condenas contra las violaciones de
derechos humanos en el tiempo de la dictadura, pero que en el presente son
participes de estas, denunciaron los trabajadores de MadyGraf.
Juan
Cruz, quien también milita en el Partido de los Trabajadores de Argentina mencionó
que el gobierno argentino pretende presentar ante el mundo una imagen de
democracia progresista y respeto a los derechos humanos, sin embargo en el caso
de MadyGraf, sucede lo contrario.
Emancipación de trasnacional
En
la ocupación de la fábrica se han organizado para crear una guardería que cuida
un aproximado de 150 niños, quienes son hijos de los trabajadores.
Este
ejemplo de lucha social, comprueba que la organización de los trabajadores hizo
posible su propia sobrevivencia, puesto que sin está variable de unificación,
los obreros se hubieran visto vulnerables ante las consecuencias del
capitalismo, que irrespeta la calidad y los derechos humanos de la clase
trabajadora.
La
ocupación de MadyGraf es indefinida, sin embargo su fortaleza de lucha, necesita
de la solidaridad internacional, para que este proyecto de vida social auto
sostenible y de emancipación trasnacional, se mantenga con vida y se reproduzca
en otras partes del mundo como un ejemplo del poder de los trabajadores.
Este artículo es una serie de relatos de mi estadía en Washington DC en
donde como periodista, activista de derechos humanos y cooperante
internacional, escribiré de lo que no se observa en el mundo exterior, como
resultado de la guerra mediática, que
enfría y construye un nuevo humano mecanizado según las directrices del nuevo
orden mundial.
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