“The Potter’s House”en sus inicios. |
“hay que abandonar la
idea, que una sola persona puede hacer todo y decidir por todos, puesto que nosotros
y nosotras podemos hacerlo, rompiendo el control de las fronteras, que ha sido
impuesta por los que viven arriba de la pirámide, y poner en práctica una cosmovisión
de vida horizontal y no vertical, como lo establece el capitalismo”.
Gabriela Vigo.
Texto y Fotografia por: Ronnie Huete S.
Fotografía de portada e interiores: “The
Potter’s House”,
Periodista y activista de DDHH
Cooperante internacional
Washington D.C. 19 de
agosto de 2015. Trascender
en vida, a través de una sonrisa y la felicidad espontanea, mediante la
aplicación de su ejercicio continuó, es el sentimiento que transmite Gabriela
Vigo, quien junto a su bicicleta construye vida, pero no la vida que venden los
medios de comunicación corporativos. Al contrario, la vida que se edifica con la arcilla del buen alfarero.
Vigo,
tomo un tiempo de su trabajo en “The Potter’s House”, (Casa del Alfarero), para
conversar y compartir el sentimiento de libertad, que expresa a través de su
medio de transporte y forma de vida, puesto que el buen ejercicio, la alegría y
la sencillez que nos brinda el estar vivos, puede ser sentido por los
habitantes de la tierra.
The
Potter’s House, es una librería, café y comedor, situado en el barrio, Adams
Morgan, y dentro de sus instalaciones se respira historia, tranquilidad y una
mezcla de culturas, añadida recientemente por la tecnología inteligente.
Adams
Morgan, está situado en el centro de la comunidad latina de Washington D.C. al
noroeste de la capital estadounidense. Los ladrillos de este pequeño espacio se
entrelazan con la diversidad de libros que expone “The Potter’s House”, cuya literatura intenta
de irrumpir con lo establecido y brindar un brillo alternativo, a la esperanza
de sus ciuadadanos.
Medio
siglo
“The
Potter’s House”, pasó por una remodelación de su local que duro un año y medio
según lo explica Gabriela Vigo, quien trabaja en este lugar desde hace cuatro
meses que fue nuevamente abierto al público.
Su
cimiento comenzó a funcionar a través de una iglesia, hace medio siglo, y comenzó
como sitio comunitario para ayudar a las personas que no tenían dinero o alguna
actividad de subsistencia o vivienda, por lo que los iniciadores de “The
Potter’s House”, comenzaron con este lugar sin fines de lucro.
No
obstante, la idea de este recinto literario, es convertirse en una cooperativa,
con un pensamiento más progresista, mediante la venta de sus libros, cuyas
letras encierran a sus lectores en temas políticos, culturales, históricos y
todo material literario que haga pensar a sus visitantes en pro de una mejor
perspectiva humana.
El
socialismo anarquista, es otro de los temas que los lectores pueden encontrar
en este lugar, cuyos visitantes hacen sus propios criterios sobre el actual
modelo económico predominante, o pirámide, como le llama Gabriela Vigo, y quien
le apuesta a un modelo de vida más horizontal, sin jerarquías.
Adherirse
a la comunidad
El
deseo de “The Potter’s House”, es compartir con sus visitantes una cosmovisión de
vida más progresista y adherirse a la comunidad, mediante una cooperativa,
tarea difícil en una ciudad como Washington, pero no imposible como menciona
Vigo.
En
los alrededores del barrio que se entrelaza con otros, formando un triangulo,
existe una clínica comunitaria, al servicio de las personas pobres y
latinoamericanos sin acceso a la salud oficial.
Entre
otro particular, la ciclista en mención, le sorprende el racismo que aún se
vive en los Estados Unidos. Y es que a mediados de la segunda década del siglo
XXI, aun se marca con ahínco las diferencias entre afrodescendientes,
angloestadounidenses, latinoamericanos y otras comunidades que conforman la
vida pluricultural de Washington, pese a la fuerte trayectoria histórica de
este país en ese tema.
“Sí,
en verdad tu eres blanco, negro o latino,
se siente aún el racismo” mencionó Vigo quien aseguró que existe en un 100 por
ciento de racismo todavía.
El
mal de la pirámide
Prueba
de este racismo es la segregación que existe en Baltimore, en el Estado de
Maryland, en donde aún viven en barrios separados, según su condición cultural
o racial.
“Lo
que los divide entre estos barrios es una calle, sin embargo en Washington D.C.
hay un poco más de mezcla, pero aun se siente el racismo”. Describió Gabriela.
La
brutalidad policial que existe en algunos estados, de Estados Unidos, lo
convierte en un país policial, puesto que los últimos ataques de estos entes de
seguridad, han sido dirigidos contra afro estadounidenses.
La
latinoamericana, Gabriela Vigo, originaria del Estado de Venezuela, vive desde
hace 13 años en los Estados Unidos. Vigo, es del pensar que la organización dentro de los barrios y
las comunidades, a través de la soberanía del pensamiento, es una nueva construcción
de una sociedad, que podría plantear soluciones a los problemas raciales.
No
permitiendo de esta forma, que el uno por ciento dominante, piense por los que están
por debajo de esa pirámide, que ellos mismos han edificado a su favor, y que
han hecho pensar a las personas, a través de la media corporativa establecida,
que siempre unos seres humanos tienen que estar por encima de otros, describió
Vigo.
Mientras
nos despedíamos de esta conversación en “The Potter’s House” o Casa del
Alfarero, los minutos se alargaban como si la hora nunca fuere a llegar, debido
a la arcilla con la que allí se trabaja, en el trascender de la vida.
Este
artículo es una serie de relatos de mi estadía en Washington DC en donde como
periodista, activista de derechos humanos y cooperante internacional, escribiré
de lo que no se observa en el mundo exterior, como resultado de la guerra
mediática, que enfría y construye un
nuevo humano mecanizado según las directrices del nuevo orden mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario