“No se pueden generar cambios profundos y verdaderos sino es
desde la lucha y participación permanente de los pueblos yendo mucho más allá del
teatro electoral”. Berta Cáceres
Con una invisible oposición de los partidos políticos
opositores, las comunidades más desposeídas y vilipendiadas como son los
garífunas, indígenas y campesinos han asumido el gigantesco reto de hacerle
frente a este poder de la mafia, que tiene incrustado su aguijón criminal de
poder.
Escrito por: Ronnie Huete Salgado
Periodista internacional
Washington DC, 28 de nov de 2021. A ocho años de realizarse dos fraudes
electorales en Honduras, nuevamente este Estado fallido de Latinoamérica
realiza elecciones generales para elegir su próximo gobernante de facto.
La
historia política de este país centroamericano desde el año 2013, ha sido
diseñada a través de fraudes electorales, que han posicionado como presidente
del poder ejecutivo a Juan Orlando Hernández.
Esto
según lo descrito en informes de organismos internacionales que observaron estos
procesos en los años 2013 y 2017.
Los
organismos internacionales de derechos humanos, fueron representaciones de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como de la Organización de
Estados Americanos (OEA) y una delegación de la Unión Europea entre otras.
La
Democracia hondureña esta fracturada desde el golpe de Estado de 2009 posicionando
a Honduras como un Estado fallido y con ello una serie de presidentes de factos.
Para
este 2021 la historia parece repetirse y nuevamente los candidatos de la
oposición y del oficialismo, pelean por obtener el poder pagando toda una
estratagema de campañas millonarias de proselitismo político al oligopolio
mediático de ese país, mientras sus habitantes huyen en éxodos apocalípticos
hacia los Estados Unidos.
En
Honduras la pobreza a evolucionado en miseria y la democracia en una
narco-dictadura cuyo “presidente” controla los tres poderes del Estado, pese a
que ha sido descrito por una corte de Nueva York como un fuerte capo de la
droga de la región latinoamericana.
Con
una invisible oposición de los partidos políticos opositores, las comunidades
más desposeídas y vilipendiadas como son los garífunas, indígenas y campesinos
han asumido el gigantesco reto de hacerle frente a este poder de la mafia, que
tiene incrustado su aguijón criminal de poder.
Mirian
Miranda es una líder comunitaria de la Organización Fraternal Negra Hondureña
(OFRANEH) y en diversas declaraciones a medios internacionales, ha descrito que
en sus comunidades han recuperado territorios para cultivar sus alimentos y
poder constituir gobiernos autónomos, alejados de la narco-dictadura.
“Hemos
sido comunidades abandonadas por todos los gobiernos y nos reprimen al punto de
desaparecernos compañeros, amenazarnos a muerte y hasta encarcelarnos, solo por
el hecho de luchar por nuestras tierras ancestrales en Honduras” Mirian
Miranda.
La
OFRANEH junto a El Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de
Honduras COPINH, son los entes del movimiento social que se han opuesto ha
este gobierno criminal, su riesgo es tal que en 2016 la coordinadora del COPINH
Berta Cáceres fue asesinada en su propia casa.
Berta Cáceres se opuso
junto al COPINH a una transnacional hidroeléctrica de capital chino y cuyo
accionista de dicho proyecto en Honduras, es el reconocido empresario de origen
árabe, Camilo Átala a quien la familia de Berta Cáceres atribuye el asesinato intelectual
de la líder indígena y ambientalista internacional, quien defendió con su
propia vida al rio Gualcarque.
Otro sector organizado
que decidió oponerse a los dictamines de la narco-dictadura, fue la población
estudiantil universitaria que desde el año 2009 también han sido vanguardia del
movimiento social, pero que en la actualidad sufren persecución judicial,
encarcelamiento y constantes amenazas a muerte como respuesta del régimen
criminal que domina a Honduras.
Las protestas
estudiantiles contra los dos fraudes electorales y las falencias del sistema de
educación superior, desembocaron en un terremoto continuo de persecución
judicial de parte de una funcionaria estatal, cuyo cargo fue el de rectora de
la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
La ex rectora Julieta
Castellanos Ruiz, concentró todos sus esfuerzos y parte de su millonario
presupuesto de seguridad, para criminalizar a los estudiantes universitarios,
hecho que la situó como una funcionaria violadora de derechos humanos ante el
mundo.
El Extraño asesinato de
dos líderes sindicales y un padre de familia de un universitario, así como el
encarcelamiento de jóvenes estudiantes y una universidad fuertemente
militarizada, fue parte del legado que dejó Castellanos Ruiz, visibilizado mundialmente.
Y es que está
funcionaria del Estado ha trabajado de cerca con el actual gobernante de facto
de Honduras, puesto que según fuentes fidedignas es una de las misiones que
debe de cumplir en su desempeño como empleada de Washington.
Esta es una mini
radiografía del ambiente en que se realiza un nuevo proceso electoral en donde
uno de sus candidatos presidenciales, es un expresidiario hondureño quien
cumplió una pena judicial de tres años, en una cárcel de Nueva York.
Se trata de Yani
Rosenthal quien fue acusado formalmente por Estados Unidos por lavar dinero de
la droga del reconocido clan narcotraficante de los “Cachiros”.
Este político es un
millonario empresario de Centroamérica cuyos orígenes judío askenazi ha
heredado de su difunto padre Jaime Rosenthal, quien también fue candidato
presidencial.
Yani también fungió como
ministro de la presidencia en el gobierno del depuesto expresidente José Manuel
Zelaya, cuya esposa Xiomara Castro de Zelaya actualmente es otra de las
candidatas presidenciales por segunda vez. Su última participación la hizo en
las elecciones de 2013.
El partido político opositor
que representa la ex primera dama Xiomara Castro ha compartido parte del poder con
el oficialismo, a través de las diputaciones que posee en el Congreso Nacional
y entre otras negociaciones, por lo que una buena parte del movimiento social hondureño
no tiene credibilidad en esta institución política, ya que también señalan la
poca oposición que ha hecho este partido de “izquierda” en los últimos 8 años.
Por su parte el
candidato presidencial del partido oficialista de gobierno Nasry Tito Asfura de
origen árabe, fue acusado por la fiscalía de Honduras por malversación de
fondos, sin embargo, un juez sobreseyó la acusación, por lo que se suma a los ya
varios casos de corrupción engavetados que existen en Honduras.
Ya son varios los
funcionarios y empresarios hondureños que han hecho lobby en Washington para cabildear
entre estos posibles candidatos presidenciales, sin embargo, infelizmente será
el aguijón de Washington quien tenga la última palabra en este proceso.
Tal y cual ocurrió en
noviembre de 2017 cuando una comitiva política encabezada por el presentador de
televisión, Salvador Nasrralla y el político Guillermo Valle se reunieron en el
Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, para solicitar a
Washington que negara la entrada como presidente de Honduras a Juan Orlando Hernández.
La respuesta de este
ente gubernamental estadounidense fue negativa, puesto que decidieron seguir
apoyando a Juan Orlando Hernández como “presidente” de Honduras, pese a las
violaciones de derechos humanos, encarcelamientos y asesinatos de parte de miembros
de las fuerzas de seguridad del Estado de Honduras contra la población hondureña
civil, que protestaba contra el fraude electoral.
Ya Washington conoce muy
de cerca al ex convicto Yani Rosenthal y con cuyo padre tuvo buenas relaciones diplomáticas,
por lo que existe una remota probabilidad que este sea el próximo elegido,
obviando con su aguijón político imperialista la última decisión “democrática”
del pueblo hondureño.
Ante este escenario político
el pensamiento de Berta Cáceres se manifiesta con una fuerte vigencia cuando decía;
“No se pueden generar cambios profundos y verdaderos sino es desde la lucha y participación
permanente de los pueblos yendo mucho más allá del teatro electoral”.
Ronnie Huete Salgado es licenciado
en periodismo con Maestría en Cooperación al Desarrollo y elaboración de
proyectos, estudió presencial en la Universidad Politécnica de Valencia, España
y en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras UNAH en donde también realizó
estudios de sociología, actualmente es corresponsal internacional para medios
alternativos y autónomos de comunicación. En el presente vive como asilado político
en los Estados Unidos de América desde hace cuatro años.
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