El vivir por vivir, vivir por sobrevivir para
luego morir, el canto del cuervo emitido con sus negras alas extendidas, anticipa
su pasión por la libertad.
Escrito por: Ronnie Huete S.
Periodista y activista de DDHH.
California, 25 de abril
2016. Un terremoto movió el cimiento. Sí, ese que pensamos que
nunca cambiara en nuestras mentes, la visión había tergiversado los ojos del
buen vivir y todo se volcó a observar desde la oscuridad.
El
andar de país en país, el vivir de cultura en cultura, el situarse en lo
desconocido, sin tierra y sin rumbo, es auto parirse y forjarse un nuevo ser.
El
desconocido que emerge desde lo no conocido, comienza a ver dentro de la
oscuridad, a oler sin el sentido del olfato y a entender sin haber estudiado.
Solo
un viaje puede proporcionar el desarrollo de estos sentidos, que se encuentran adormitados
entre nosotros, pero que podemos despertar saliendo de nuestro confort a través
del quebrantamiento de la rutina que hemos vivido por años.
Hoy,
el clima es espectacular, es tanto así que se apetece hacer una acción nunca hecha.
Muchos
celebran en Orage County el abrazante sol y el fresco que produce su viento en
medio de este condado multicultural, situado en el Estado de California,
Estados Unidos.
Muy
cerca del estridente ruido del Freeway (autopista), esta la cercanía de la
tranquilidad que puede brindar un clima agradable. Tan sencillo como ello, es
la vida.
Pese
a la esclavitud moderna que vive su población actual, producida por las extenuantes
horas de trabajo, y todo el engranaje que compone está tortura de vivir por
vivir, vivir por sobrevivir para luego morir, el canto del cuervo emitido con
sus negras alas extendidas, anticipa su pasión por la libertad.
Disimuladamente
observo está ave de mal agüero, para los supersticiosos, pero para el cielo es
un negro adorno, hermoso complemento de la agonizante naturaleza e incomparable
con el color de la maldad de algunos seres humanos.
El
vuelo del cuervo se alarga por los cielos de Orage County, y el crujir de sus
cantos se vuelve como una alabanza a su Dios por estar vivo, por vivir por ser
feliz, por vivir para morir feliz, y reproducir su felicidad.
El
Dios creador del universo, diversificado injustamente por la humanidad, pero
respetado por la eternidad por los seres que habitan la tierra, bendice el
vuelo del cuervo.
A
tres horas y media de oscurecer, los rayos del sol del desierto, convertido en
oasis en Orage County, dan la oportunidad de seguir viviendo, aún falta para
las siete y media.
El
terremoto, aún mueve la visión cegada por los años, el canto del cuervo hace recordar
la fragilidad de nuestra creación, pero su sonido para muchos es invisible,
pero su color de plumaje, es el espejo de los adentros de muchos, cuya alma es
habitada por el innombrable.
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