Juan Orlando Hernández es capturado por narcotrafico
“Vos tenes la bala…yo la palabra. La bala muere
al detonarse…la palabra vive al replicarse” Berta Cáceres.
El fuego de las antorchas indignadas, de las multitudinarias
protestas de 2015, comienza a encontrar esa luz de justicia en Honduras, junto
con los gritos de resistencia que exclamaron libertad, durante 12 años de
narco-dictadura, en las avenidas nubladas por ese gas lacrimógeno y los disparos
de las fuerzas de represión asesinas.
Escrito
por: Ronnie Huete Salgado
Periodista
internacional
Washington DC, 16 de febrero de 2022. Juan Orlando Hernández alias “JOH” será encarcelado
por su amo imperialista, a quien le sirvió hasta el último momento como un buen
esbirro, puesto que Estados Unidos de América (EUA) solo acostumbra a alimentar
bien a sus perros en el mundo de la diplomacia, pero nunca los considera sus
amigos.
Nueva
York será la fría cárcel que acogerá a este ex presidente hondureño heredero de
un estado fallido e impuesto con dos fraudes electorales como presidente de
facto de Honduras en los años 2013 y 2017.
Ambos
procesos fueron reconocidos como legítimos por los gobiernos estadounidenses, demócrata
y republicano.
El
olor a muerte aún penetra las avenidas de las ciudades, pueblos, aldeas y caseríos
de la sufrida Honduras, cuyo experimento político de Washington, la ha convertido
en los últimos 12 años en la palestina de Latinoamérica.
Hoy
el gobierno demócrata de los Estados Unidos decidió capturar a una de sus
marionetas útiles de Latinoamérica y en medio de la masacrada capital de este país
centroamericano, “el tío Sam” se presenta como el super héroe hollywoodense, enviando
a su Administración de Control de Drogas (DEA), para que junto con las fuerzas policiales
hondureñas arrestaran a su narco-dictador “MADE IN USA”.
Es
de conocimiento público que los EUA sabían la alimaña que estaban apoyando en
Honduras en los últimos 8 años de la era de JOH, sin embargo, nunca les importó
parar a este presidente de facto, al contrario, mantuvieron intactas sus
relaciones comerciales y diplomáticas.
Esto
a tal punto, que JOH cumpliendo con su trabajo como esbirro del imperio adquirió
con dinero del Estado, tecnología israelí, cuya nación es fiel aliada de los EUA.
Las
armas galil que usan las actuales Fuerzas Armadas de Honduras y con las que
asesinaron a un pueblo en resistencia, son parte de este armamento israelí que
han utilizado contra un pueblo que ha sido avasallado en 12 años.
La
captura de JOH es un hecho disfrazado de mesiánico “MADE IN USA” y es una forma
que el imperio estadounidense legitima su mandato en una de sus colonias no declaradas,
como lo es Honduras.
A
su vez, es un mensaje para los demás cómplices de la narco-dictadura, para que vayan
alistando su equipaje de viaje para la Corte de Nueva York y también es un “gringo”
susurro al oído para la nueva presidente Xiomara Castro, en cumplir con la agenda
que demanda el “Tío Sam” en su hacienda personal.
Ante
este panorama, es vergonzoso que nuevamente la mano imperial se introduzca en las
decisiones del pueblo de Honduras, quien con este suceso confirma lo acéfalo e
inservible de la fallida Corte Suprema de Justicia de este país centroamericano.
La
presidente Xiomara Castro tiene el enorme reto de depurar la Corte Suprema de Justicia,
el Ministerio Publico y todo su aparataje judicial, puesto de no ser así, la
impunidad seguirá reinando en Honduras y la mirada colonial de los EUA estará vigente.
No
hay duda, la resistencia heroica del pueblo de Morazán, fue la columna
vertebral que sostuvo la imparable resistencia que ha iniciado a derribar los pilares
de la narco-dictadura, cuyo partido político conocido como Partido Nacional, evolucionó
como la mayor organización criminal de Honduras, según lo describió el informe
del Departamento de Estado.
Este
poder popular demostrado en las principales avenidas de Honduras en 12 años de resistencia,
debe ser siempre el torrente sanguíneo que haga palpitar con fuerza el corazón del
nuevo gobierno de Xiomara Castro, porque la sangre de los mártires aun exige
justicia y lucha popular.
Un
gigante despierta en las entrañas de Honduras y su poder de movilización debe
ser la brújula social de la nueva presidente Castro de Zelaya, puesto que ha
llegado el momento de iniciar con la emancipación de las garras del águila del
norte.
Los
hijos del exilio, huérfanos de una nación como producto de la narco-dictadura
deben tener un regreso seguro y digno para participar en esta nueva oportunidad
de rediseñar el aparato estatal de un estado fallido.
La
oligarquía clásica de las Honduras, quienes en su mayoría son descendientes de árabes
y judíos askenazi, deben reflexionar que el territorio situado en el corazón de
América, le pertenece a una fuerte población indígena, garífuna, afrodescendiente
y toda la diversidad cultural que representa la mayoría.
Por
ende, este reducido poder factico debe comenzar a ceder ese poder, ya que históricamente
le ha pertenecido a los hijos e hijas de Honduras, de no ser así el pueblo
tiene todo el derecho de recuperar lo que por antonomasia le pertenece.
Hoy
fue JOH quien se va humillado como la alimaña que siempre fue, pero mañana seguirá
ese reducido poder factico, cuya plutocracia está agonizando.
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