Elige idioma

viernes, 2 de septiembre de 2016

La guerra imperial contra Venezuela y su valiente resistencia




Según el portal de la Embajada de Venezuela en Argentina, antes del gobierno de Chávez en 1998, el 21% de la población estaba desnutrida, ahora Venezuela tiene una red de distribución de alimentos subsidiados con tiendas de comestibles y supermercados.

La retención de los principales productos de la canasta básica familiar en Venezuela por parte de la burguesía de ese país, para crear un enorme ambiente de especulación y negar el derecho a la alimentación a su población, es parte del ataque que sufre el hermano país.

Escrito por: Ronnie Huete S.
Periodista Internacional
Activista de DDHH

1 de septiembre de 2016. La guerra económica contra Venezuela se intensifica. Las directrices de Washington D.C. se sincronizan en el cono sur.

La embestida imperial arremete contra la patria grande, Latinoamérica y la sed por la obtención del oro negro, toma forma.

Venezuela, cuya nación latinoamericana mantiene la segunda reserva petrolera más grande del mundo, está siendo víctima de las políticas injerencistas de Estados Unidos.

Ante ello una marea roja inundo las principales avenidas de Caracas, capital de Venezuela, en una clara manifestación pacifica en favor del Presidente venezolano Nicolás Maduro. 

Las políticas económicas de extracción de las riquezas naturales de los pueblos latinoamericanos, a través de los millonarios capitales de las corporaciones trasnacionales, ponen en marcha su plan imperial en la región.

Al finalizar el siglo XX comenzó en Venezuela lo que hay se denomina la revolución bolivariana, cuya emancipación se expandió en un fuerte grupo de naciones Latinoamericanas. 

Hecho histórico que determinó nuevas estrategias de ataque de parte del imperio, que para la fecha de 1999 y principios de los años 2000, se encontraba concentrado en el medio oriente.

El comandante y líder de la revolución bolivariana, Hugo Chávez Frías, inició la emancipación de las víctimas del sistema neoliberal que despoja la vida de los seres humanos, con la esclavitud moderna que impone su sistema económico.

El Estado cliente como era visto la República Bolivariana de Venezuela, por las potencias imperiales del norte del mundo, comenzó a desdibujar este paradigma neo colonizador a través de la revolución bolivariana.

Las caras de los invisibles, ahogados en la peor de las violencias, como lo es la pobreza, comenzaron a ser vistos, puesto que iniciaron la revolución frente a las políticas dictatoriales del imperio.

El comandante Chávez, le otorgó a su pueblo venezolano las llaves de la libertad y ahora esa puerta de emancipación ha crecido en toda Latinoamérica. 

Sus llaves la poseen los vilipendiados por el sistema capitalista, que hoy se levantan contra la injerencia imperial.

La reducción de la pobreza en Venezuela, es posible debido a que el gobierno retomo el control de la empresa petrolera nacional, Petróleos de Venezuela (PDVSA), utilizando los ingresos petroleros, pero no para una pequeña elite como era de costumbre hacerlo, antes de la llegada de Chávez al poder.

Informes internacionales revelan que las ganancias percibidas han sido utilizadas en la construcción de infraestructuras que no existían, y por supuesto en servicios sociales que habían sido olvidados por gobiernos anteriores durante las últimas décadas del siglo XX.

Durante los últimos diez años, el gobierno ha incrementado el gasto social en un 60,6 por ciento (772,000 millones de dólares).  

Por tal motivo uno de los grandes triunfos de la revolución bolivariana ha sido la reducción de la pobreza.

Analistas en el tema social, describen que la pobreza no solo puede ser vista por la ausencia de ingresos, ya que así como la salud no se define tampoco por la ausencia de la enfermedad.

Según la información que proporciona, el  portal de la embajada de Argentina en Venezuela, Ambos están correlacionados y ambos tienen una naturaleza multifactorial.

Es decir, están determinados por un amplio conjunto de procesos sociales. Para evaluar los logros reales de la Revolución Bolivariana de Venezuela durante los últimos 13 años, es indispensable revisar algunos de los principales datos disponibles sobre los determinantes sociales de la salud y la pobreza como son la educación, la desigualdad, el empleo, los ingresos, la atención sanitaria, la seguridad alimentaria y los servicios y protección social.

Uno de los determinantes sociales de la salud, es la equidad, y Venezuela es hoy el país de la región con el nivel más bajo de desigualdad (según el Coeficiente de Gini), habiendo reducido la desigualdad en un 54% y la pobreza en un 44%. 

La pobreza ha pasado del 70,8% (1996) al 21% (2010) y la pobreza extrema se redujo del 40% (1996) a un nivel tan bajo como el 7,3% (2010). 

Cerca de 20 millones de personas se han beneficiado de los programas contra la pobreza, las llamadas "Misiones". Hasta el momento, 2,1 millones de personas mayores han recibido pensiones de vejez, es decir, el 66% de la población, mientras que antes del actual gobierno sólo 387.000 recibieron pensiones.

Fuente de información: 


El autor de este artículo es corresponsalía voluntaria de http://conexihon.hn la revista Caros Amigos editada en são Paulo, Brasil para Centroamérica, la organización Casa Mafalda São Paulo, Brasil , La Agencia informativa Latinoamericana Prensa Latina, Kaos en la red y El portal http://desacato.info y criterio.hn editado en Florianópolis, Brasil.


Datos personales

Mi foto
Licenciado en periodismo con Maestría en Cooperación al Desarrollo y elaboración de proyectos, estudió presencial en la Universidad Politécnica de Valencia, España. Las opiniones vertidas en este blog no son opiniones personales del autor, puesto que responde a hechos que describo sobre un diario de experiencias, que hace énfasis en la investigación desde las dinámicas académicas antropológicas y sociológicas, que son descritas en medios de comunicación internacionales mediante el monitoreo de información que realizo en distintos medios de prensa. Mi libre opinión no busca desestabilizar a algún Estado, al contrario, busca incansablemente aportar al debate público de las ideas para el fortalecimiento de la democracia internacional. Soy un periodista independiente, no pertenezco a una organización política, lo cual me da mayor libertad para pensar y expresar mis opiniones. Si usted encuentra información imprecisa, por favor comuníquese conmigo en este correo: huetesalgado@gmail.com para así a través de su crítica constructiva, aclaraciones o demás aportes en general, lograr aclarar los hechos que describo en los artículos.